¿Reconocerías el primer síntoma de un infarto?

Aumentan los casos en la población joven y no siempre empieza con dolor de pecho.

Los infartos son la primera causa de muerte en el mundo y también en España. El uso de estatinas para disminuir el colesterol y los triglicéridos, además de la difusión de hábitos saludables, está reduciendo el número de accidentes cardiovasculares. Sin embargo, cada vez es más común en la población joven. Una de las causas podría ser el abuso de sustancias, según una investigación presentada por el Colegio Americano de Cardiología. Los nuevos datos no solo validan esta tendencia, sino que también revelan que los ataques cardíacos están afectando incluso por debajo de los 40 años.

El estudio -el primero que compara a sobrevivientes de ataques cardíacos jóvenes (41-50 años) y muy jóvenes (40 años o menos)- encontró que entre los pacientes que sufren un ataque cardíaco a una edad temprana en general, uno de cada cinco es menor de 40 años. Es una proporción que ha aumentado en un 2% en la última década.

La edad ya no es un factor protector

«Solía ser increíblemente raro ver a alguien de esas edades con un ataque al corazón, y ahora algunas de estas personas ahora tienen entre 20 y 30 años de edad”, indica Ron Blankstein, MD, cardiólogo del Brigham and Women’s Hospital. y autor principal del estudio. Y lo peor es que la tasa de resultados adversos, incluida la muerte por otro ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o cualquier otra razón, es similar a la de los pacientes mayores.

La edad, por tanto, ha dejado de ser un factor protector. “Aunque tengas entre 20 y 30 años, una vez que has tenido un ataque cardíaco, corres el peligro de tener más eventos cardiovasculares” dijo Blankstein. Entre los factores que explicarían este fenómeno, los jóvenes suman a los tradicionales -como diabetes, presión arterial alta, tabaquismo, antecedentes familiares de ataque cardíaco prematuro y colesterol alto- el abuso de sustancias, incluida la marihuana y la cocaína (17.9 por ciento contra 9.3 por ciento, respectivamente).

Blankstein destaca la importancia de la prevención. “»Muchas personas piensan que un ataque cardíaco está destinado a suceder, pero la gran mayoría podría prevenirse con una detección temprana de la enfermedad y cambios radicales en el estilo de vida y el manejo de otros factores de riesgo. Mi mejor consejo es evitar el tabaco, hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta saludable para el corazón, perder peso si lo necesita, controlar la presión arterial y el colesterol, evitar la diabetes si puede, y mantenerse alejado de la cocaína y la marihuana porque no son buenos para su corazón “.

¿Sabríamos identificarlo?

La señal más conocida es el dolor de pecho, presión e incomodidad. Sin embargo, el primer indicio de un infarto inminente puede ser una molestia de estómago o mandíbula, por lo que podría confundirse con otras enfermedades y retrasar la atención médica. Además, la situación empeora si la persona continúa su actividad y, sin saberlo, obliga a su corazón a trabajar más de lo normal. Según Jorge Cortes Lawrenz, presidente de la Sociedad de Cardiología Intervencionista de México, en algunos casos el infarto se manifiesta en dolor en la zona del esternón y la parte alta del abdomen, la mandíbula, el cuello y los hombros, la espalda, el brazo izquierdo y el estómago.

Es un dolor opresivo que causa ardor. A veces se acompaña de náuseas, sudoración excesiva, dificultad para respirar y pérdida de conocimiento. También puede haber una molestia constante en el estómago que se parece mucho a la indigestión. Son síntomas a menudo desconocidos que retrasan la petición de atención médica, cuando lo cierto es que la gravedad y las consecuencias se pueden reducir con un diagnóstico rápido y un tratamiento adecuado.

Fuente: https://www.runnersworld.com


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