Nueva ruta en la cara sur del Cervino

Un equipo liderado por François Cazzanelli abre una línea directa de 350 metros.


«Desde niño soñaba con abrir una ruta en el Matterhorn, igual que hizo mi padre en su día». Con 28 años, François Cazzanelli, uno de los escaladores más talentosos de los Alpes, ha alcanzado una vieja meta. Corría diciembre de 1983 cuando su viejo, Walter Cazzanelli, se encordaba a Marco Barmasse y Vittorio De Tuoni para establecer una nueva línea, elegante y audaz, en la vertiente sur del Cervino. Su Direttissima iba derechita a la libreta de clásicas de la montaña. Este septiembre François ha hecho lo propio. Junto a Roberto Ferraris, Francesco Ratti, Emrik Favre y Marco Farina, dibujaba 350 metros, inviolados hasta ahora, que han bautizado como Diretta allo Scudo. Lo dicho: «un sueño hecho realidad».

La nueva ruta asciende el escudo de roca bajo el Pic Tyndall, forzando un camino por secciones comprometidas y aéreas. «Junto al Picco Muzio, se trata del pedazo de roca más difícil y desplomado de toda la vertiente», describe el guía de montaña, que llevaba media vida contemplando aquella rigurosa belleza desde su hogar en Cervinia. El italiano ha necesitado de seis intentos, iniciados en 2012. «La aproximación es muy compleja y no siempre está en condiciones. El muro es tremenadamente difícil y, a pesar de verlo cada día desde mi propia cama, no ha sido sencillo encontrar una ruta lógica por este laberinto de roca». Cazzanelli estima que la dificultad del itinerario puede superar el séptimo grado, con pasos obligatorios de 6c.

Nueva ruta en la cara sur del Cervino

Cazzanelli en el quinto largo de *Diretta allo Scudo*. Fotos: François Cazzanelli

A los costados de la nueva vía se estiran otras dos joyas, abiertas por históricos locales: la Per Nio, que inauguraban Hervé Barmasse y Patrick Poletto en el año 2000, y la Casarotto-Grassi de 1983 (Renatto Casarotto y Giancarlo Grassi). Abierta en un «estilo moderno», desde abajo, escalaban en libre seis de sus largos, dejando algunas secciones para los sucesores. O para ellos mismos, que ya planean regresar a poner la guinda: escalar la ruta al completo sin usar apoyos artificiales. La carne contra la roca.


Fuente: Jorge Jiménez Ríos / https://www.revistaoxigeno.es

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *